ENFERMEDAD DE PAGET DEL PEZÓN
La Enfermedad de Paget del pezón sólo se diagnostica en una biopsia, ya que consiste en la aparición de células anormales (células de Paget) en la piel del pezón. En más del 80% de los casos la Enfermedad de Paget se asocia a la presencia de un cáncer de mama.
La enfermedad se caracteriza por la presencia de un eccema, que a veces sangra, y que característicamente, comienza en la punta del pezón y luego se extiende a la areola. Generalmente ocurre en un solo pezón mientras el otro está normal. Afecta mayoritariamente a mujeres de más de 50 años.
El diagnóstico se hace con una biopsia, que se realiza debido a una sospecha clínica, procedimiento que se realiza con anestesia local.
Una vez que el cuadro se confirma, es muy importante buscar el cáncer subyacente, por lo que es necesario realizar una mamografia, una ecografía o una resonancia magnética de la mama.
En el caso que se comprueba la presencia de un cáncer de mama asociado, éste será el foco principal de atención y el tratamiento se hará según sus características, requiriéndose radioterapia y quimioterapia en algunos casos.
Si no se encuentra un cáncer en los exámenes, el tratamiento consistirá en la extirpación quirúrgica del pezón y el tejido mamario ubicado por detrás de él, especialmente el sector de los conductos mamarios mayores. A veces, en el examen microscópico de estos tejidos se encuentra un cáncer in situ microscópico y en ese caso deberá aplicarse radioterapia sobre la mama si se tiene certeza de que la enfermedad se ha extirpado totalmente. Si esta certeza no existe, será recomendable sacar todo el tejido mamario (mastectomia total) seguida de una reconstrucción de la mama si la paciente la desea.
Cuando se retira sólo el pezón, este puede reconstruirse con un colgajo de piel vecina, con un injerto de piel de otra parte del cuerpo que tenga un color parecido al de la piel de la areola o, en algunos casos, con un tatuaje.
Es importante que las mujeres sepan que, si les aparece un eccema o una pequeña herida del pezón, que a veces pica, que a veces sangra, que mejora con los tratamientos caseros pero luego vuelve a aparecer, deben consultar rápidamente con un mastólogo.