Los tratamientos para la fertilidad no aumentan el riesgo de cáncer de mama a largo plazo.
A pesar de que las mujeres que se someten a estos tratamientos están expuestas a niveles muy altos de estrógenos
Investigadores Instituto Nacional del Cáncer en Bethesda, Maryland (Estados Unidos), han demostrado que los medicamentos para la estimulación ovárica utilizados en los tratamientos de fertilidad no se asocian a un mayor riesgo de cáncer de mama a largo plazo.
Así se desprende de los resultados de un estudio publicados en la revista “Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention”, en el que participaron cerca de 10.000 mujeres a las que se realizó un seguimiento de 30 años.
Para corroborar o descartar una posible asociación, utilizaron datos de un total de 9.892 mujeres estadounidenses en las que se detectaron problemas de fertilidad entre 1965 y 1988. De éstas, alrededor del 38% de las participantes recibieron clomifeno y el 10% fueron otros fármacos conocidos como gonadotropinas, en ambos casos para intentar favorecer la fertilidad.
Durante los tres décadas de seguimiento posterior, se diagnosticaron un total de 749 cánceres de mama entre las participantes del estudio. Pero, en términos generales, vieron que las mujeres que recibieron estos fármacos no eran más propensas a desarrollar cáncer. Unos resultados que, según la autora del estudio, son tranquilizadores.
Los investigadores, sin embargo, encontraron un mayor riesgo de cáncer de mama entre un pequeño grupo de mujeres a quienes se prescribieron las dosis más altas de clomifeno.
Actualmente el uso de estos fármacos se ha limitado a entre tres y seis ciclos, pero el aumento de riesgo (hasta un 70% mayor en comparación con mujeres no tratadas) se vio en aquellas mujeres que se sometieron a más de 12 ciclos de tratamiento.
Además, en las mujeres que tomaron las gonadotropinas, generalmente en combinación con el clomifeno, y que no habían sido capaces de quedarse embarazadas, el riesgo de desarrollar cáncer fue el doble, si bien los autores apuntan a que esto podría deberse a algún otro problema subyacente que podría estar provocando la infertilidad.
En cambio, en el caso de este pequeño grupo de mujeres que tomaron clomifeno durante más de un año, los autores reconocen que las razones de este aumento del riesgo están menos claras.